martes, 15 de julio de 2008

Cuna de cartón


A los padres primerizos nos torpedean con inventos del tebeo que valen su peso en platino y luego -tarde, o sea, con la compra ya hecha y usada-comprendes que te han tomado el pelo por inútiles y por caros. Un buen ejemplo es la minicuna o moisés de los primeros meses, que por algo se llama "de-los-primeros-meses...".

La publicidad se encarga de abrirte un campo ingente de posibilidades infinitas en cuanto a la compra de cachivaches para el nuevo miembro o miembra de la familia. No sin dejarte caer de manera sibilina lo mala madre/padre que eres por no comprarle Lo Mejor, que siempre suele ser Lo Más Caro y por ende Lo Más Inútil. Creedme. Sé de qué estoy hablando.

El tema minicuna clama al cielo, porque es un artilugio que con suerte se utiliza seis meses -en mi caso no llegó a cuatro porque A. siempre ha sido un torete- y luego se queda ahí, ocupando espacio y recordándote lo boba que fuiste cayendo en un chantaje comercial tan básico.

Por éso es tan oportuno este invento: una minicuna de cartón, que no sólo es económica sino que una vez que se deja de usar, se pliega quedando plana como un librito, y hasta el próximo churumbel.

BSO: Canción de cuna - Heidi

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