lunes, 31 de mayo de 2010

¿Te quieres casar conmigo?

Desde que era muy pequeña siempre pensé que ni me casaría ni tendría hijos, en lo segundo me equivoqué y como siga viendo blogs tan bonitos como éste, lo primero lo solucionaré rápido si el Sr. Átomos no opone mucha resistencia.

El tema de la boda siempre me ha puesto un poco a la defensiva cuando no directamente los pelos como escarpias a dos niveles, el conceptual y el estilístico. Conceptualmente me pone muy nerviosa ser el centro de atención, soy tímida y sólo pensar que voy a ser el objetivo de las miradas durante todo un día es que me puede. Por otra parte y por exdeformación profesional estaría todo el rato preocupándome por los detalles (y capaz sería de entrar yo misma en la cocina y servir el pastel si veo que se retrasa un par de minutos). Pero es que a nivel estilístico tener que celebrar una despedida de soltera con éso en la cabeza o disfrazada de bailarina en bragas (con éso en la cabeza) o toqueteada por un man (o directamente por su éso) cuyo único atavío es un aceite corporal barato no es lo que yo diría la mejor manera de dejar la soltería.(*)

Pero claro, me topo con el blog 100 layer coke y todo cambia. Es un blog podríamos decir que bodebil al uso, donde puedes encontrar fotógrafos, diseñadores de bodas, vestidos, tocados, ropa interior y toda el mercadeo propio de las bodas sólo que simple y llanamente, precioso. Querría ser la novia en todas y cada una de las bodas que han posteado, no digo más.

Para no ser una fashion victim ya llevo tres post seguidos hablando de estilismos, así que ya no sé qué pensar... tampoco respecto a ésto.

(*) Tomaros la exageración como una licencia literaria, también he ido a algunas bodas en la que no he sentido vergüenza ajena ni propia, es más, han sido eventos preciosos y me lo he pasado genial, como la de Clara y Jaime.

No hay comentarios: