martes, 1 de junio de 2010

Exilio en el bosque


Las cabañas, seis en total, están construídas adaptadas a las medidas y naturaleza del árbol que las sostiene y no tienen agua corriente ni electricidad (aunque a una distancia razonable -por razonable entended unos 600m- hay un centro de servicios complementarios, la Masía La Vileta). Cada cabaña, éso sí, dispone de linternas y frontales, velas, agua mineral, estufa de parafina y walkie-talkies, una pica lava-manos y un wc biodegradable que se recicla en forma de abono.

Un puente colgante y una escalera son el único medio para acceder a estas casitas de cuento. La única restricción es que no puedes ir con peques de menos de 10 años porque alguna está incluso a 8 metros de altura.

Las cabañas tienen unos 30m2 de superfície e incluyen el tronco del árbol en su interior, que la atraviesa de abajo a arriba. Incluso tienen una terracita de 10m2 para disfrutar de las vistas al Montseny y a los Pirineos, y el canto de los pajaritos tomando un desayuno pantagruélico que se facilita mediante un cestito de mimbre que se iza (ver última foto). Y para cuando bajes, te espera una bici al módico precio de 5€/día y si quieres, puedes disfrutar de talleres para conocer la fauna y la flora, de energías renobables e incluso un taller para saber hacer nidos.

La mala noticia es que tienen todos los findes reservados hasta noviembre. Glups.



2 comentarios:

tupperworld dijo...

Adoro esas casa en los árboles, quien no ha querido una de esas?????

formentera dijo...

Hola tupperwold, y lo bueno es que ya podemos dejar de soñar porque son reales!! Abrá que ir alguna vez, no? Muakiss!