Recuerdo que la casa de mi infancia era grande, con varias plantas y varios patios, buhardilla, garaje para diez coches y un pasillo larguísimo con el que todavía hoy tengo pesadillas (volveré a este tema de las pesadillas recurrentes en otra entrada, porque da de sí). Aún así la recuerdo acogedora y cómplice de una infancia feliz y aventurera. Hoy éso es ciencia ficción, vivimos en apartamentos con suerte no compartidos, carísimos y diminutos. Tengo la sensación de que nos han engañado, y aún así siempre hay gente que saca lo positivo de todas las situaciones. Aykut Erol es uno de esos raros especímenes, el responsable de que por fin podamos aprovechar al máximo el espacio de nuestra habitación-apartamento sin sacrificar en lo más mínimo el diseño, de hecho, es lo más de lo más, siendo lo mínimo. Su propuesta, que lleva el nombre de Line (sencillo como el invento en sí), consiste en una base de metal que podemos adaptar según nuestras necesidades. Así que podemos tener, todo incluido, una lámpara, un perchero, una silla, estantería, base de televisión u ordenador, marco, y así hasta donde nos de la imaginación. ¿A que mola?
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1 comentario:
me encanta la lámpara, sobre todo.
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